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domingo, 20 de febrero de 2011

"Kong Nyong, el niño que sobrevivió al buitre"

¿Por qué la camisa del miliciano de Capa luce tan inmaculada en el momento de recibir un disparo mortal? ¿Estuvieron alguna vez enamorados el chico y la chica que retrató Doisneau frente al Hotel de Ville de París? ¿Cómo se llama aquel hombre que detuvo el avance de una columna de blindados en Tiananmen?
Todos los grandes iconos fotográficos cargan con su ración de mitología. Pero hay otros en los que la mitología ha virado hacia la leyenda negra.¿Por qué Kevin Carter no ayudó a la niña a escapar del buitre?
No es fácil imponerse a las leyendas, y más cuando estas tienen el color negro de la muerte. El fotógrafo sudafricano Kevin Carter visitó en avioneta la aldea sudanesa de Ayod en 1993 para denunciar la hambruna y la guerra que sufría el país.
Antes de irse, vio a un bebé desnutrido tendido en la arena justo en el mismo plano que un buitre, dos símbolos poderosos que representaban la mejor metáfora de lo que sucedía en aquel lugar en aquel instante, una de las catástrofes humanitarias más importantes del siglo XX.
Carter dejó Ayod sabiendo que había conseguido una gran fotografía y así fue. 'The New York Times' la publicó días después con un efecto que él desconocía. La opinión pública se volvió contra él por no haber hecho nada para salvar a la criatura de las garras de ese buitre amenazante, llegando a acusarle de ser el auténtico carroñero de la foto. Un año después, en 1994, ganó el Pulitzer y se suicidó.
Nadie vio morir a aquel bebé y es la propia imagen la que desmiente ese destino trágico, al menos en parte, ya que la criatura de la foto lleva en su mano derecha una pulsera de plástico de la estación de comida de la ONU, instalada en aquel lugar. Si se observa la foto en alta resolución, puede leerse, escrito en rotulador azul, el código "T3".
A Carter se le criticó por no ayudar al bebé y el mundo le dio por muerto a pesar de que el propio Carter no lo vio morir, sólo disparó la foto y se fue minutos después. La realidad es que ya estaba registrado en la central de comida, en la que atendían enfermeros franceses de la ONG Médicos del Mundo.
Florence Mourin coordinaba los trabajos en aquel dispensario improvisado: "Se usaban dos letras: "T", para la malnutrición severa y "S", para los que sólo necesitaban alimentación suplementaria. El número indica el orden de llegada al feed center". Es decir, que Kong tenía malnutrición severa, fue el tercero en llegar al centro, se recuperó,sobrevivió a la hambruna, al buitre y a los peores presagios de los lectores occidentales.
Con esa premisa, y la posibilidad de que la criatura siguiera viva a pesar de la hambruna y la guerra, Crónica ha viajado a Ayod 18 años después para reconstruir la historia de aquella fotografía.
Después de varias reuniones con decenas de habitantes de la aldea, una mujer que repartía comida en aquel lugar hace 18 años llamada Mary Nyaluak dio la primera pista sobre el paradero de la misteriosa criatura. "Es un niño y no una niña. Se llama Kong Nyong, y vive fuera de la aldea".
Dos días después, aquella pista llevaría hasta la familia del pequeño, cuyo padre identificó al pequeño y confirmó que se recuperó de aquella hambruna pero que murió hace cuatro años de "fiebres".

martes, 15 de febrero de 2011

Is there a life before death?

Los grafitis de New York de los años 60 sirvieron para algo más que para traer de cabeza a las autoridades de la ciudad. Y sino que se lo digan a Punset...

lunes, 14 de febrero de 2011

Reflexión sobre el Vídeo Social

Hoy, dando el último repaso para el examen de mañana he encontrado este vídeo y me ha parecido interesarlo compartirlo:





Es un tema que ya vimos en clase, el de anónimos o activistas que durante un conflicto (en este caso el del Sahara) -en el que la cobertura informativa está limitada por el Gobierno y marcada por la censura- buscan los medios (que suelen ser muy limitados) para mostrar desde el propio lugar de los hechos la situación real. Me parece un caso de vídeo social por lo menos en su temática, objetivos y características. Estas últimas pueden ser que ha partido de la Sociedad Civil (de los ciudadanos), que es un tema de interés social que se aleja de los intereses del poder, que su proceso de producción ha sido participativo y que por último, intentan impulsar el cambio social así como ser un estímulo para la acción.


A través de vídeos como estos la sociedad internacional pudo saber lo que estaba ocurriendo realmente en ese foco caliente de África. Los ingredientes fueron únicamente las ganas y el deseo de compartir conocimientos para propiciar un cambio o por lo menos un nuevo sentimiento y visión.

domingo, 13 de febrero de 2011

'La vida loca' y Christian Poveda

Muchas veces oímos en las noticias nombres como Maras, Ñetas o Latins Kings y los identificamos con bandas sudamericanas pero sin saber exactamente la identidad y el desarrollo de estas. El documental de Christian Poveda  La vida loca me parece interesante pero mucha más información (desgraciadamente) revela su posterior muerte a manos de los Maras que él se encargó de retratar.

Hay dos cosas que me han llamado fundamentalmente la atención. La primera, es el comienzo del trabajo con el plano de la joven rota de dolor frente al ataud del que se entiende sería su novio. Creo que el autor con esta apertura ha querido mostrar la conclusión del documental en un primer lugar. El documental empieza y desemboca en la muerte, pues es allí donde llevan todos los caminos que siguen estas bandas: extorsión, peleas, drogas, maltrato..

El segundo elemento que me ha sobresaltado frente al resto, es la presencia de varios bebés. En uno de los casos un joven Mara le dice a su madre -y abuela del niño- "cuando caigamos los dos te lo voy a regalar", refiriéndose a cuando fueran encarcelados tanto la madre del niño como él. Me parece una frase de una crueldad infame, además que deja ver una frialdad difícil de digerir.

Buscando en algunos foros comentarios del Salvadoreños sobre el hecho del documental y la muerte de su autor he encontrado un planteamiento interesante:


Gatagang Dijo:
Ante todo deseo saludar a todos aquellos que de una u otra forma se interesan por descubrir la otra cara de la violencia que destruye nuestros paises. Por otra parte, quisiera compartir mi punto de vista en el asunto y es que detrás de todas estas tragedias, siempre hay un tercero, que es el que disfruta de los beneficios de todo esto. Los verdaderos criminales no son los miembros de las clicas, ellos son solo pobres marionetas de los verdaderos responsables. Es cierto que ellos también cometen crímenes como producto de su adicción a las drogas y el odio que llevan por dentro, pero no saben quien es en realidad el enemigo. El contrario no es Mara 13 y tampoco el Mara 18, el verdadero enemigo es aun mas poderoso, el que determina cuando comienza una guerra y cuando termina y cuando en un barrio hay que hacer a más jóvenes dependientes de las drogas “para que el negocio funcione”.

Este planteamiento me lleva a pensar que en todo siempre hay intereses. Igual que en los carteles de la droga de México o en la libre entrada y salida de esta en países desarrollados. ¿De verdad no se puede hacer algo por erradicar esto?, ¿o es qué hay a determinadas personas que esto les interesa pues quien lo lleva tiene excesivo poder?
 
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